Crónica del Triduo Pascual celebrado en Segovia

Como todas las cosas importantes que te llegan al corazón, cuando terminan te dejan un buen sabor pero al mismo tiempo una cierta nostalgia.

El Triduo Pascual de esta Semana Santa 2018 en Segovia, ha sido muy especial en espiritualidad y fraternidad, a lo que han colaborado (¡y de qué manera!) las hermanas dominicas del Convento de Santo Domingo el Real de Segovia, Fray Juan Luis Mediavilla y por supuesto todos los hermanos laicos/as que allí nos reunimos. Creo que todos conjuntamente formamos una gran fraternidad, donde Dios estaba siempre presente.

Todos pudimos disfrutar de la buena acogida y organización de todos los actos, que como siempre, realizan las hermanas, su entrega y cariño fueron fundamentales. Y que podría decir de Fray Juan Luis, una persona que te hacía sentir esa cercanía que a veces echamos de menos y que con él gracias al calor que ponía, no solo en sus predicaciones, sino en las celebraciones y en su trato personal, encontrabas un sentido profundo al amor que Dios a través de su Hijo nos entregó, y que te hace al mismo tiempo, trasmitirlo a los demás.

Entre los hermanos allí reunidos se creó una fraternidad por medio de la cual, lo mismo admirabas a tu hermano por su ejemplo, que te trasmitían alegría con las risas y comentarios que en un ambiente distendido disfrutábamos, pues hubo tiempo para todo: dialogar, reflexionar, orar, reír,  y hasta cantar.

En fin, deseo que el próximo año todavía sea mejor el Triduo Pascual y mientras tanto pongamos en práctica todo lo vivido, que fue abundante y fructífero. Que nuestro Padre Santo Domingo interceda por todos para que sigamos gozando de muchos más fortaleciendo nuestro espíritu y trasmitiendo a nuestros hermanos el amor que Dios puso en nosotros.

 


Mari Cruz Riesco OP

Fraternidad Laical de Santo Domingo “Nuestra Señora de Atocha”

Domingo de Pascua en la cueva de Santo Domingo

  • Última jornada de la Pascua Dominicana en Segovia

Hoy domingo nos despertamos con dos noticias discordantes la Resurrección de nuestro señor Jesucristo y el triste fallecimiento de Mateo, sobrino de nuestro hermano Vicente.

El primer acto con nuestras hermanas dominicas fue Laudes, con oración para que este niño Mateo, de apenas 1 año y medio, fuera acogido por nuestro Señor Jesucristo.

A continuación bajamos a la Cueva de nuestro Padre Santo Domingo, para celebrar la Eucaristía presidida por fray Juan Luis Mediavilla, la predicación fue realizada por Jose María Vega e Ignacio Antón, a continuación transcribimos la misma:

En primer lugar, menudo lio me ha metido fray Juan Luis para que hiciera la predicación en un domingo tan especial, como es el de Resurrección y en segundo lugar, realizarla aquí en La Cueva en un lugar tan emblemático para nuestra familia dominicana, donde estuvo nuestro Padre Santo Domingo y donde fundó el primer convento en España, por cierto en este año estamos celebrando el VIII Centenario de su llegada a Segovia y gracias a su intercesión ante Dios se produjo el “milagro de la lluvia”, será casualidad o es que nuestro Padre está intercediendo para mandarnos ese bien tan deseado, como es el de la nieve y el agua.

En un día tan señalado para el mundo cristiano como es este domingo de resurrección, cuantas piedras (como dijo el pasado jueves fray Juan Luis) para encontrar el verdadero camino hacia el misterio de su muerte y resurrección, ¿como podríamos encontrar ese camino? mediante la sed, no esa sed de ser más que el otro, tener más bienes materiales, placenteros, y un largo etc. con los cuales ahogamos no  saciamos esa sed, porque la verdadera saciedad está en seguir ese camino trazado por Dios. Envió a su Hijo a sembrar la semilla de la paz y el amor, terminando de forma cruel e incompresible en la Cruz.

Me pregunto ¿que padre es capaz de enviar a un hijo a sufrir el calvario que sufrió Jesús?. Verdad que ningún padre seríamos capaces de hacer nada por el estilo, pero Dios en su amor infinito, no solamente hacia su Hijo, sino hacía toda la humanidad,  lo hizo para que supiéramos que si caminamos sedientos de AMOR, a sabiendas de que hay momentos buenos y otros menos buenos como así lo padeció su Hijo, deberíamos seguir el camino de Jesús en su vida terrenal, no iba repartiendo prebendas, ni nada por el estilo, pero si repartía de forma gratuita AMOR y MISERICORDIA entre todas las personas necesitadas y no necesitadas, solamente tenemos que ir apartando esas “piedras” que nos vamos encontrando en nuestro caminar diario y reflexionar sobre el verdadero camino de la felicidad eterna.

Leamos de forma reflexiva la sagrada palabra y encontraremos ese camino hacia la felicidad que tanto añoramos y con tanto denuedo buscamos, quitemos esas piedras revestidas de falsas apariencias y busquemos en nuestro interior y no en el exterior como habitualmente hacemos.

Tengamos la fe suficiente para ser aceptado, como tuvo María Magdalena, cuando encontró vacío el sepulcro. Aportemos la gran reflexión de Santo Tomás de Aquino “cada uno de los argumentos de por sí no bastaría `para demostrar la resurrección, pero tomados en conjunto, la manifiestan suficientemente; sobre todo por el testimonio de la Sagrada Escritura”.

FELIZ PASCUA

Pero la predicación más emotiva fue la de Ignacio Antón sobre Mateo, recordando la tristeza que supone la muerte de un niño de edad tan prematura, el cual vino a este mundo con serias deficiencias, motivadas por posibles negligencias médicas. Lo más bonito, si es que hay algo bonito en esta triste historia, es el amor que en todo momento le dispensaron sus padres, los cuales no se desanimaron en ningún momento y que lucharon hasta la extenuación para que la criatura saliera a flote, dentro de las gravísimas complicaciones que tenía.

Todas estas palabras las dijo con un tono tan emotivo que se nos saltaron las lágrimas a todos los que asistimos a esta ceremonia.

Contestó a estas palabras fray Juan Luis, recordándonos que debemos conservar esa fe, al igual que María Magdalena la tuvo, a pesar de esos silencios de Dios que algunas veces nos desconciertan, pidamos en un día tan importante para el cristianismo, que lo acoja en su seno que seguro así lo hará.

También pedimos por su familia, en especial por sus padres para que esta cruz, al igual que Jesús camino del calvario, la sepan llevar con la mayor entereza posible, a sabiendas de que su niño estará en los brazos de Dios.

 


José María Vega OP

Fraternidad Laical de Santo Domingo “Nuestra Señora de Atocha”

Sábado Santo… o Vivir Sin miedo

El sábado fue un día tranquilo, de reflexión, de trabajo desde el silencio con espacios para compartir entre nosotros, con las hermanas,  Fr. Juan Luis, y otros hermanos que se acercaron de la pascua de los Carmelitas a media mañana. Todo un regalo.

Una de las invitaciones de lo que celebramos es a vivir de una vez por todas sin miedo. Y hacerlo al estilo del Resucitado y esto…¿qué significa?

Significa poner no sólo nuestros talentos sino también nuestras debilidades encima de la mesa de nuestras vidas ( y la eucarística) para hacer resucitar aquella parcela de nuestras vidas que creamos que necesita luz y VIDA.

Es curioso pero el “no tengáis miedo” o “no temáis” como anoche aparecía en el evangelio de Mateo que se leyó en la Vigilia diciéndoselo el Ángel a las mujeres, es una de las frases que más se repite en distintos encuentros entre Dios y el hombre y…me encanta porque nunca dice: no tengas vergüenza, no tengas complejos, no tengas resistencias, perezas,… simplemente “no tengas miedo”.

Así que, por ejemplo, si hay algo que tengamos que solucionar con nuestra pareja, herman@, compañero de trabajo, espos@, etc.. no sólo pongamos nuestros talentos, cualesquiera que sean ( capacidad de escucha, diálogo, empatía… ), sino también pongamos encima de la mesa lo que nos cuesta, nuestras inercias, nuestro ego,resistencias,etc… porque este es el Dios de la debilidad como celebramos estos días anteriormente y desde ahí Él construye y resucita…

O  por ejemplo en un plan que estamos llamados a hacer, no sólo pongamos nuestras capacidades sino también nuestras debilidades (lógica inversa a la del mundo profesional, que sólo te ficha y valora por tus habilidades y competencias)

Vivir sin miedo a cambiar nuestras prioridades, a poner encima de la mesa de nuestra (Su) “viña” nuestras debilidades y creernoslo de verdad.  

Otra clave que estuve rezando anoche durante una vigilia preciosa guiada por nuestras hermanas contemplativas,y que emana de lo anterior, es la invitación a evolucionar nuestra relación personal con Dios pasando de un Dios solucionador a un Dios Resucitador. Muchas veces podemos caer en la tentación de pedir al estilo farmacéutico o gurú de libro de autoayuda… para que nos solucione algo (“ que apruebe, que salga bien la operación, que me fichen, que diga si…” )  y nos olvidamos de la parte de la debilidad o cruz que hay en ello.

Vivir con miedo trae consigo interpretar lo que nos pasa en nuestras vidas sin una lectura desde Dios y su Alianza que selló con nosotros el jueves santo en la Eucaristía, trayendo la desconfianza, el proteccionismo, el sepulcro… Hasta los mismos discípulos al vivir bajo el miedo esos días interpretaron lo que había pasado en clave de robo. “Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto”. ( Jn 20,2) Una óptica y lógica razonable en la época ya que el saqueo de tumbas era bastante habitual.

Pero la invitación, es a leer nuestra vida sin perder la consciencia que el Dios Padre de la historia sigue actuando hoy, e interpretarla no sólo desde la coincidencia y si desde la “Dioscidencia”, no sólo desde la causa-efecto sino desde la fidelidad del que nos lleva tatuado en la palma de su mano.

La noche terminó con un chocolate caliente con extra de cariño preparado por nuestras hermanas en el convento, con el que pudimos compartir la alegría de saber que podemos vivir como resucitados. Vivir sin Miedo.

 


Carlos Luna OP

Fraternidad Laical de Santo Domingo “Nuestra Señora de Atocha”

Amor hasta el extremo

Una de las ventajas de la Pascua dominicana de Segovia es que se vive en familia y con la familia. Es un lujo poder disfrutar en familia dominicana de este tiempo de oración y sosiego en compañía de mi mujer y mi hija pequeña. Participar en las distintas celebraciones y encuentros de acuerdo con el ritmo que marca la vida familiar, compartir todos juntos esos momentos, en los que nadie se siente meramente espectador, es especialmente enriquecedor. Todos aportamos a todos. ¿Por qué mataron a Jesús, si él era bueno? La sencilla pregunta de un niño nunca está de más. Las lecturas y los salmos de la mañana nos introducían en el misterio de cruz que hoy habríamos de contemplar: el sufrimiento, el abandono confiado en Dios, la pérdida de un hijo portador de tantas esperanzas, el perdón a los enemigos…

Al comienzo de la tarde, antes de acudir a la liturgia de la cruz en la iglesia de las monjas dominicas, tuvimos una bonita meditación sobre las “siete palabras” en la que compartimos nuestros deseos y peticiones de vivir con más confianza en Dios, perdonando y dejándonos perdonar y amar por Él.

En la liturgia de la cruz -cuidada con esmero, tal y como acostumbran las monjas- Fray Juan Luis Mediavilla destacó en su homilía cómo Dios entra en la historia en la fragilidad de un recién nacido y deja este mundo despojado de cualquier poder: “Por amor Dios asume la fragilidad del ser humano, porque amar implica hacerse vulnerable”. Después de la celebración, hubo tiempo para compartir con las hermanas y fray Juan Luis una meditación sobre el significado de la cruz.

El frío de la tarde animó a un temprano recogimiento que rápidamente dio paso a una amena y distendida charla en el salón de la casa que nos acoge. Una provechosa oportunidad más para hacer fraternidad.

Al final del día, tiempo para la oración y el descanso personal con el corazón puesto a los pies del sepulcro de Cristo.

 

 

Ignacio Antón Boix OP
Fraternidad Laical de Santo Domingo “Nuestra Señora de Atocha”

Jueves Santo en Fraternidad o… el día en el que Dios te lavó los pies.

  • Crónica de la primera jornada de la Pascua Dominicana celebrada en el Monasterio de Santo Domingo el real.

Ocho de la mañana recién amanece en Segovia y nos disponemos a salir hacia el primer momento de este Jueves Santo, en el que algo nos hacía entrever que no sería una Pascua más.

Un ambiente de encuentro y fraternidad se vive desde el primer instante en el que entramos en la iglesia y nos encontramos con ellas y nuestro hermano Fr Juan Luis Mediavilla que desde Roma viene a acompañarnos en esta Semana Santa.

La paz y la hondura con la que viven las lecturas, armonizadas con sus voces hacen que sientas qué es lo realmente importante en la vida y,-sin olvidarte de tu realidad-, poder tomar distancia para contemplarla desde otra perspectiva como católico y laico dominico.

Posteriormente y después de desayunar continuamos con los laudes y una celebración del Perdón en la que reflexionamos desde las “piedras” que nos acompañan en nuestra vida y que nos impiden SER y VIVIR desde lo que Dios sueña para nosotros. Sin caer en la tentación de juzgarlas, de medirlas, de pesarlas… piedras son y para Dios no hay piedra grande ni pequeña ya que la gracia todo lo puede y son posibilidad para descubrirla.

Es un momento en el que cada uno tenemos la oportunidad de caer en la cuenta de ello, y poder recibir el regalo del sacramento de la confesión como una invitación a seguir caminando sean las piedras que sean las que aparezcan en nuestro camino.

La mañana la complementamos con un espacio formativo entorno a la celebración de la Eucaristía. El día que eligió para despedirse y el modo en que lo hizo nos puede dar muchas pistas de la invitación de Dios para nuestras vidas y ese es uno de los apuntes que aparecen en ella. Desde que Jesús permanece a pesar de que ya intuía lo que le iba a suceder, hasta la confianza inquebrantable de que el Reino de Dios está presente y su momento ha llegado. O los pequeñas-grandes novedades que introduce en esa celebración judía: Ese pan soy yo,  o el beber todos de su misma copa como símbolo de unión íntima con Él.

Después de un breve descanso, tras la comida, la tarde comienza con un espacio de reflexión guiado por nuestra hermana Covadonga, en el que continuamos profundizando sobre ese momento que Jesús elige para despedirse de los suyos. Es un momento nuevo, íntimo y que nos sirve también de antesala para la celebración de la eucaristía y el lavatorio de los pies. Otra gran novedad que Jesús introduce al hacerlo en medio de la cena y,-no antes como hubiera podido ser una costumbre de purificación judía-, y en el que el Dios del pesebre vuelve a descender y hacerse pequeño hasta lavar los pies,-acto reservado para los esclavos o los últimos en esa sociedad, instaurando así el día del amor fraterno.

Uhmm… Amor fraterno=lavar los pies al otro más dejarse lavar por el otro ( mi familia, mi pareja, mis compañeros, hermanos de fraternidad…) fácil la definición, ¿verdad? Mientras reflexiono sobre ella, y sobre lo que más me cuesta de las dos variables, pienso: “que suerte vivir este día en fraternidad y en familia”.

La tarde continuó con un paseo tranquilo por la ciudad, y una cena compartiendo inquietudes, risas, y una alegría profunda que no te la dan unas simples vacaciones.

Terminamos el día de nuevo en la iglesia compartiendo la Hora Santa con las hermanas y más gente de Segovia. Un momento de intimidad, silencio, oración  contemplación y agradeciendo su vida y nuestra vida en este camino a la Resurrección.

 
 

Carlos Luna OP
Fraternidad Laical de Santo Domingo “Nuestra Señora de Atocha”

Pascua Dominicana en Segovia

  • Monjas, frailes y laicos dominicos se unen para celebrar la Semana Santa en el monasterio de Santo Domingo el Real

Al igual que el pasado año, pero esta vez aprovechando la celebración de los 800 años de la llegada a Segovia de santo Domingo de Guzmán, las dominicas del monasterio segoviano de Santo Domingo el Real junto con las fraternidades laicales de dominicos de Segovia y de Nuestra Señora de Atocha (Madrid) han preparado la celebración de la Semana Santa.

El encuentro se iniciará el mismo Miércoles Santo (28 de abril) al caer el día hasta la tarde del Domingo de Resurrección (1 de abril).

Además de la participación conjunta en la Liturgia de las Horas y los oficios pascuales habrá una serie de meditaciones, reflexiones y oraciones, algunas guiadas por fray Juan Luis Mediavilla OP, para la mejor vivencia del Misterio de Amor de Jesucristo en su Pasión, Muerte y Resurrección.

Si deseas más información e incluso quieres inscribirte estás invitado.

Contacto: laicosop.atocha.es@dominicos.org

Consulta el horario de celebraciones de Semana Santa en el monasterio de Santo Domingo el Real

Horario de celebraciones de Semana Santa en el monasterio de Santo Domingo el Real

  • Con motivo de la Semana Santa, y en el contexto del VIII centenario de la presencia de santo Domingo en Segovia, la comunidad de dominicas contemplativas del monasterio de Santo Domingo el Real organizan diferentes actividades y celebraciones.

 

Domingo de Ramos

  • Procesión de ramos y Laudes: 9:30 horas

Jueves Santo

  • Oficio de Lecturas: 8:00 horas
  • Laudes: 9:30 horas
  • Breve reflexión sobre el significado del día por el dominico fray Juan Luis Mediavilla OP: 12:30 horas
  • Misa vespertina de la Cena del Señor: 17:30 horas
  • Hora Santa: 21:30 horas

Viernes Santo

  • Laudes: 9:30 horas
  • Oficio de lecturas: 10:30 horas
  • Celebración de la muerte del Señor: 17:30 horas

Sabado Santo

  • Oficio de Lecturas: 8:00 horas
  • Laudes: 9:30 horas
  • Breve reflexión sobre el significado del día por el dominico  fray Juan Luis Mediavilla: 12:30 horas
  • Vísperas: 19:00 horas
  • Vigilia Pascual: 22:00 horas

Domingo de Pascua

  • Eucaristía y Vísperas: 19:00 horas